Leemos muchas historias de éxito pero no tanto de los aprendizajes que podemos recibir cuando “fracasamos”, vivimos una cultura que alienta el éxito pero cuestiona los fallos  sin entender cuanto crecemos cuando “fallamos”.  Les voy a contar una experiencia cuando  uno de mis clientes decidió buscar otro suplidor de servicios y terminar nuestra relación😱

Después del pánico y frustración inicial queda mucho que aprender, sobre todo si te permites escuchar su retroalimentación en un estado neutro, ya que esa información nos puedes brindar increíbles insights para analizar nuestro comportamiento y mejorar para los actuales y futuros clientes.

De esta experiencia identifiqué los siguientes puntos neurálgicos a cuidar en nuestras relaciones de negocios:

1. Canales de Comunicación : Definir ¿Quién, Cuándo y Cómo daremos respuesta a las necesidades del cliente desde el inicio de la relación?

2. Propuesta de Valor: Definir los límites del servicio o entregar una muestra del producto prometido de forma que las expectativas estén claramente definidas.

3. Expectativas del cliente : En nuestro caso como nuestro servicio es intangible realizamos una carta compromiso para este propósito, definiendo nuestro entendimiento de sus necesidades y estableciendo cuáles procesos darán respuesta.

Es muy importante realizar reuniones de seguimiento para verificar el nivel de satisfacción de nuestros clientes, recibir su feedback y conocer sus nuevas estrategias, esto fortalecerá la relación y nos permitirá identificar necesidades potenciales que pudieran ser oportunidades de negocios.

Entender que de cada fracaso se aprende y que es clave para todo emprendedor, sobre todo para aquellos que apenas están empezando el detenerse a prestar atención.

Nos vemos en el próximo post.

Espero esto te sirva ¡Gracias por leerme!

No olvides comentar, y cualquier duda conversemos.

Taidé.